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Hablemos de la pureza y del amor (Rebeca Reynaud) (página 2)




Enviado por Marta Morales



Partes: 1, 2, 3, 4

En resumen: si existiera el "derecho al placer", el Derecho se haría imposible de aplicar; habría una enorme inseguridad jurídica porque sería muy difícil darle gusto a todos y cada uno. Además, el placer tiene límites y no se puede medir.

Cuando la mujer o el hombre cambian el placer por la felicidad, fácilmente caen en la búsqueda de lo instantáneo. El pasado ya pasó, el futuro no se sabe si vendrá. Se pierde el sentido histórico y sólo se vive el momento. Dice un psiquiatra: "En el instantaneísmo hedonista es tanta la soledad que manifiesta, que asistimos al extrañamiento del yo y a su más completa vacuidad" (A. Polaino-Lorente).

Quien se olvida del ser y opta por el instante de placer acaba por debilitar la realidad, hasta el punto de mudar el "yo" en algo cambiante. Esta situación es terreno fértil para la soledad despersonalizante. Cada instante es percibido como algo diferente del anterior y distinto del posterior. esas diferencias entre los diversos instantes, hacen del ser humano un conglomerado de experiencias fugaces, impermeables entre sí y solitarias, que no sólo no sirven para fundar la identidad personal sino que —lo que es peor— contribuyen a su despersonalización. ¡Qué importante es tener un proyecto de vida!

Es edificante ver que hay jóvenes que no dependen sólo de sus hormonas, sino que son han logrado un gran autodominio y son señores de sí mismos.

La verdadera Revolución Sexual

La Revolución Sexual ha fracasado, ¿quién guía ahora la revolución de la sexualidad?

Si hacemos una visión retrospectiva desde la llamada revolución sexual de los años sesenta, hasta nuestros días, veremos que este hecho histórico que produjo tantos cambios trajo consigo más represión y manipulación que liberación de la sexualidad, ya que ésta se ha centrado más que nunca en la búsqueda del placer sexual genitalizado.

En la actualidad, el sexo es manipulado por quienes lucran con la degradación del mismo, a través de la pornografía, el cine y la propaganda.

Los medios de comunicación social saben que la mujer o el hombre genitalizados son más vulnerables para ser manipulados en favor de la producción industrial y el consumismo de bienes materiales. Lo anterior nos lleva a experimentar una sensación de insatisfacción y vacío interior provocada, porque lejos de que exista una verdadera liberación sexual, dicha revolución ha acentuado la genitalización del sexo, y hemos olvidado de dar paso a la creatividad, al amor y a la trascendencia, siendo éstas las mejores armas para levar a cabo la verdadera revolución sexual.

Cuando el hombre y la mujer se aman en serio, se entregan el uno al otro para siempre, y eso es el matrimonio. Entonces tiene sentido la expresión corporal de esa entrega total, que es el acto matrimonial, que a veces designamos como "hacer el amor".

En realidad, hacer el amor, de verdad de verdad, sólo es posible dentro del matrimonio, porque sólo cuando dos personas se han entregado ya totalmente, ese acto es verdadera expresión del amor total. Si no ha habido entrega de la propia vida mediante el matrimonio, no puede haber expresión auténtica de una entrega que todavía no existe. El acto sexual fuera del matrimonio es una mentira radical (cfr. Mikel Gotzon, Saber amar con el cuerpo, p. 18).

El matrimonio surge por el consentimiento de dos voluntades. Casarse es entregarse para siempre, es como tirarse sin paracaídas: una vez que he saltado, la cosa no tiene remedio. Casarse es la entrega mutua entre dos personas para siempre: Una con uno para toda la vida. Si todavía no nos hemos casado, no nos hemos comprometido. No es lo mismo acostarse cuando todavía no nos hemos casado que hacerlo después. Hacer el amor es verdad, y por lo tanto, bueno, sólo después de la boda, que consiste en ese acto de voluntad de comprometerse para toda la vida.

Como el amor es lo más grande que tenemos, y se ha de amar con el único cuerpo y la única mente que tenemos, corromper la integridad sexual del cuerpo con la impureza del egoísmo carnal, es corromper el vehículo e instrumento que tenemos para expresar y realizar el amor.

La corrupción e impureza del cuerpo luego se refleja en la voluntad y en el corazón de esa persona. Luego será corrupta en otros campos. El egoísmo se mete en el alma. El cerebro va acumulando un modo egoísta de vivir el sexo y un modo egoísta y animal de considerar al otro. No se le ve como persona a la que se ama, sino como objeto de placer.

Superar esta podredumbre es difícil, más con el paso del tiempo. Sólo siendo sinceros y reconociendo la maldad de las actuaciones anteriores, y con la ayuda de Dios, puede el ser humano arreglar ese desastre. Pero la limpieza exige un proceso inevitable de purificación, que es más duro que el desarrollo natural de la castidad. La impureza es utilizar el sexo para fines egoístas de placer corporal. La pureza es saber amar con el alma y el cuerpo, saber entregarse por entero, dentro del matrimonio.

En su momento, el entonces Cardenal Ratzinger escribió: "Dondequiera que se erige en derecho el exterminio de una vida inocente, se hace derecho de la injusticia. Dondequiera que el derecho deja de proteger la vida humana, está puesto en tela de juicio como tal derecho. Decir esto no equivale a imponer la moral especial cristiana; se trata aquí de la humanidad, de la condición humana del hombre, que no puede erigir el atropello de la creación en liberación propia sin engañarse profundamente a sí mismo" (El Dios de Jesucristo, p. 45. Ed. Sígueme, 1979).

La sociedad ha reprimido nuestra sexualidad y ha sido precisamente la Iglesia quien, al hablar de la verdad del cuerpo humano, defiende la sexualidad y su belleza. En el cuerpo tiene lugar la historia del amor y del gran trabajo de Dios. La primera manifestación del amor de Dios se encuentra ahí. Educar a los jóvenes para que crezcan en el amor es una gran tarea. Platón, filósofo griego, dice que todo comienza con el encuentro con la belleza del cuerpo, después se procede hasta llegar a Dios.

Las mujeres y las manzanas

La siguiente parábola circula por internet, sin firma: Las mujeres son como manzanas en los árboles… Las mejores están en la copa del árbol. Los hombres no quieren alcanzar las mejores, porque tienen miedo de caer y herirse. En cambio, toman las manzanas podridas que han caído a tierra y que aunque no son tan buenas, son fáciles de alcanzar. Así que las manzanas que están en la copa del árbol, piensan para si, que algo está mal con ellas, cuando en realidad, "Ellas son grandiosas". Simplemente tienen que ser pacientes y esperar a que el hombre correcto llegue, aquel que sea lo suficientemente valiente para trepar hasta la cima del árbol por ellas.

No nos caigamos para ser alcanzadas, quien nos necesite y quiera hará TODO para alcanzarnos….

La mujer salió de la costilla del hombre, no de los pies para ser pisoteada, ni de la cabeza para ser superior, sino del lado para ser igual, debajo del brazo para ser protegida, y al lado del corazón para ser amada.

Por eso he aquí la mejor opción: la continencia

Las enfermedades de transmisión sexual están aumentando en forma alarmante en adolescentes: la gonorrea, el herpes, la clamidia y la sífilis. Y ahora el SIDA es una de las causas mayores de muerte en jóvenes de entre 20 y 25 años, muchos de los cuales cogieron la infección siendo adolescentes.

Si a eso añadimos los embarazos no deseados en adolescentes, se ve la necesidad de enfrentar la afectividad de una manera inteligente y responsable.

Si la persona joven se deja involucrar en relaciones sexuales, fácilmente caerá en nuevas relaciones y de este modo las consecuencias destructivas se multiplican si no sabe decir que no. La huella emocional que dejan las relaciones sexuales prematuras no se puede medir fácilmente, y este impacto puede ser mayor que el físico, según los expertos. Sin un nivel de madurez suficiente, los jóvenes se encuentran perdidos en el mar de la sexualidad, al ser usados para el placer o al usar el sexo para obtener gratificaciones de algo o de alguien. El resultado lógico es la pérdida de autoestima y una dolorosa desilusión.

A menudo el alcohol y las drogas vienen a empeorar el problema afectivo, y crean un contexto en el que las relaciones sexuales rebajan a la persona. La abstinencia sexual es la mejor respuesta.

Se trate de una enfermedad, de un embarazo o de un trauma emocional, el involucrarse en relaciones sexuales tempranas es un problema devastador desde cualquier perspectiva que se le mire. De todas las posibles soluciones a este hecho, sólo una tiene sentido: la abstención sexual hasta el matrimonio. Es la única manera de verse libre de enfermedades de transmisión sexual, es el único sexo seguro; es la única vía para eliminar los embarazos no deseados y el único modo de proteger la dimensión emocional de la actividad sexual temprana. Y lo más importante es que es la única manera de respetar a los jóvenes y decirles que se propongan metas muy altas.

Los valores hacen la diferencia.

El concepto de continencia sexual hasta el matrimonio no se desarrolla en el vacío, sino que los jóvenes deben de comprender que sus acciones tienen consecuencias. No les debe de extrañar que las relaciones sexuales sean fecundas, cuando todo el planeta está diseñado para dar la vida. Valorar la abstención sexual significa valorar el sexo, que es una maravilla, y valorarse a sí mismos, de modo que se guarda ese tesoro para la persona amada, en el tiempo y en el lugar oportunos; es decir; dentro del matrimonio. La abstención sexual es, para los jóvenes, la mejor opción.

Relaciones sexuales tempranas

Las relaciones sexuales de los jóvenes solteros, por lo general, no son planeadas y ocurren sin protección, dando como resultado la obtención de una enfermedad de transmisión sexual o embarazos no deseados. En México nacen, al año, 450,000 niños de madres menores de 20 años[4]El incremento de casos de VIH/SIDA originados en la adolescencia es de casi 32,000 al año[5]

El sentirse atraído físicamente hacia alguien del sexo opuesto, no es sino el primer paso que se ha de vivir para llegar a conocer el verdadero amor, pero fincar una relación en este hecho, es como querer construir una casa sobre arenas movedizas.

La pureza es la integración de la sexualidad en el dominio del mundo. La pureza personaliza; la impureza cosifica. ¿Qué hay de más impersonal que unas caderas? Cuando el hombre o la mujer buscan eso, no buscan a la persona sino sus dimensiones. Lo que importa entonces del otro no es su yo, sino sus dimensiones. Una persona impura se hace objeto y hace objeto al "ser amado".

La sexualidad bien vivida es tremendamente personalizada. A veces el varón engaña a la mujer con la idea de que entregándose a él va a ser más mujer. Y la mujer, sin darse cuenta quizás, convierte su intimidad en oferta y, finalmente, es desechada si no rectifica.

El varón es cazador por naturaleza. Imaginemos un cazador que busca venados; los animales le huyen pero de pronto encuentra uno que no se esconde, que más bien se expone. No le cuesta trabajo cazarlo pero esta vez se aburre: fue una pieza demasiado fácil. Al hombre le gustan las conquistas difíciles.

La pureza permite amar con un corazón recto e indiviso. Justamente porque el sexo es una maravilla se ha de guardar para el matrimonio.

El amor libre

La persona que defiende el amor libre dice: "El amor no es amor si no es libre". Aparentemente, esa persona pone al amor por encima de todo, pero no lo pone. Sitúa la libertad individual por encima del amor. Su posición equivale a decir: "Te doy todo menos mi libertad, que es lo que más aprecio. La aprecio por encima de ti". No comprometerse ¿es amor?…

Si alquilas una casa, ¿comprometes todo tu dinero en mejorarla? no, ¿por qué? porque es provisional. Así, no puede haber totalidad en el experimento. La persona que sostiene el amor libre dice: "Voy a experimentar contigo, si me conviene, sigo…".

Quien ama, pone la libertad individual al servicio del amor. Los que aceptan el amor libre o el matrimonio a prueba, son personas inseguras. Generalmente son así porque han visto infidelidades en sus padres o han tenido una experiencia negativa del amor. La persona que defiende esta postura dice: "Como hay fracasos en el amor conyugal, no me caso". En vez de decir: "Me hago adulto para contraer, como adulto, el compromiso de entrega del amor, sin el cual el amor no es amor".

El amor libre toma a los seres humanos como objeto de prueba, pero el ser humano se destruye para siempre en esa prueba, en el aspecto biológico, psicológico y moral.

El amor libre equivale al matrimonio a prueba para conocerse bien; pero esa observación es artificial, impide la espontaneidad, porque se pretenderá cuidar la imagen. La experiencia ha demostrado que el matrimonio a prueba no garantiza un pleno conocimiento de la persona, ya que el ser humano siempre está en proceso de evolución; es inconstante por naturaleza; no obstante, puede superar esa deficiencia con virtudes y con la fuerte atracción hacia el bien que anida en su corazón.

El varón desea ser admirado por la mujer, pero predomina en él la tendencia a dejarse atraer por la mujer; predomina lo sexual sobre lo sentimental. Si el varón no llega a dominarse, se creerá un gran enamorado porque se prenda de la última belleza que ve, cuando en realidad está siendo esclavo de una sensualidad superficial.

Se hace un pésimo servicio a la grandeza del hombre cuando fidelidad se considera equivalente a estabilidad, fijeza o inmovilismo. Aceptar esto es hacerle el juego a la infidelidad, que se presentará como lo dinámico, inventivo y espontáneo. Fidelidad es crecimiento en el amor, es constancia en el cariño, es calidad de vida. El enamorado tiende al sí total, perpetuo y exclusivo, al sí sin reservas. Quien no experimenta el sentimiento de que se entrega de una vez para siempre, sin posible retorno, no ama verdaderamente.

El matrimonio a prueba es una situación irregular que muchos quieren hoy justificar, atribuyéndole un cierto valor. La misma razón humana insinúa que no se puede aceptar, que es poco convincente que se haga un "experimento" tratándose de personas, cuya dignidad exige que sean únicamente término de un amor de donación, sin límite alguno de tiempo; pide que sean fin y no medio.

Juan Pablo II decía a los alemanes: "La unión corporal y sexual es algo grande y hermoso. Pero solamente es digna del hombre si ella es integrada en una vinculación personal, reconocida por la sociedad civil y eclesiástica. Toda unión carnal entre hombre y mujer tiene, por tanto, su legítimo lugar sólo dentro del recinto de fidelidad personal, exclusiva y definitiva, en el matrimonio. (…). No se puede vivir solamente de prueba; no se puede morir solamente de prueba. No se puede amar sólo de prueba, aceptar a una persona sólo de prueba y por un tiempo determinado (Alemania, 15 de noviembre 1989, n. 5).

El don del cuerpo en la relación sexual es el símbolo de la donación total de la persona. Esto no se consigue sin una educación en el amor auténtico y en el recto uso de la sexualidad.

Ana Catalina Emmerick escribe: "Todo cuanto el hombre piensa, dice y hace tiene alguna vida y continúa viviendo como obra buena o mala. Lo malo hay que remediarlo con la confesión y la penitencia; de otro modo continuarán las consecuencias del pecado sin término" (tomo X, 478, n. 45).

El noviazgo free ¿es la opción?

Andar de free significa andar en amoríos con una pareja sin adquirir compromisos. Es una actitud típica de personas superficiales, light, que no han aprendido a amar.

Un noviazgo free no es tan libre como parece porque también tiene sus reglas:

No hay obligación de llamarse.

Nada de andar con celos.

No hay compromiso.

No hay que pedir ni rendir cuentas, ni cuestionar al otro.

No esperar nada del otro, excepto el gusto de vivir el momento.

No tener un proyecto en común ni un plan a futuro.

Lo que no se dice, porque es tabú, es: Nos gustamos pero no nos amamos, sólo "nos usamos".

Hay plena libertad para salir con otras parejas.

Cada una podrá tener aparte una pareja estable sin que ello sea un obstáculo para andar de free.

En esa relación se impone el instinto, la atracción, no la generosidad, ni el sacrificio.

Karla decía: "¿para qué tener a uno si puedo tener a casi todos?". Lo que Karla propone es que la mujer accesible a todos, y no se da cuenta de que ello lo puede llevar a una esclavitud: A ser adicta al sexo. Olvida que forma parte de la dinámica del amor aspirar a lo definitivo.

Otros entienden, por noviazgo free, irse a la cama nada más conocerse, pero esto no lo tratamos aquí por ser una triste perversión.

En el noviazgo sin compromiso la persona huye del riesgo, que es lo mismo que decir que "tiene miedo a la libertad". El hombre prefiere ser masa receptiva de propaganda que factor individual de pensamiento crítico.

Muchos jóvenes aman la libertad y no saben ni qué es la libertad. ¿Qué es la libertad? La libertad es la propiedad espiritual que tiene todo ser espiritual de elegir, de realizar la elección de su vida, que es la elección de su fin (Cornelio Fabro). La libertad nos perfecciona o nos hace esclavos: depende de qué elegimos. El hombre no vale por lo que tiene o lo que es, sino por lo que decide.

El libertinaje contribuye al eclipse del valor de la vida humana. La libertad se entiende como la capacidad de hacer lo que a cada cual se le antoje, movido por su propio interés, iniciando de esa manera, la nueva cultura de un individualismo egoísta, que no debe rendir cuenta de sus actos a nadie.

La causa de que haya libertad no reside en mi conciencia de ella. Al revés, tengo conciencia de mi libertad debido a que soy libre. El hombre no es libre porque pueda prescindir de sus ataduras sino porque puede decidir a qué vinculaciones quiere quedar atado. Y no es más libre si las ataduras son menores. Al contrario, la libertad estará en proporción de la profundidad de los proyectos con que se vincule; la libertad llega a su fondo cuando llega a nuestro propio ser.

Para entender bien la esencia de la libertad debemos evitar los extremos del movimiento pendular: en un extremo, se confiere la primacía a la liberación sobre el proyecto, y en otro, se la otorga al proyecto por encima de nuestra propia naturaleza.

Me decía una chica de 17 años: "por el momento tengo miedo de casarme y de que mi marido no me deje trabajar ni desarrollarme en mi profesión. Y, ¿cómo conocer bien a las personas?".

A las personas se les conoce observándolas. Y en un noviazgo, antes de enamorarse hay que preguntarle al otro qué piensa del trabajo de la mujer fuera de casa, de su desarrollo personal y profesional, para luego no tener sorpresas.

Si alguien sólo es de carácter respetuoso, considerado y servicial con determinadas personas y con otras no, definitivamente no es respetuoso, considerado y servicial: solamente "está actuando". Hay que observar cómo se comporta esa persona con aquellos de quienes no espera nada, cómo soporta y reacciona ante los roces y tensiones que conlleva toda convivencia. A los seres humanos se les conoce en los momentos de tensión, de crisis, de fracaso, de frustración. Dice Saint-Exupery: que el hombre se mide a sí mismo con el obstáculo.

San Agustín dice: si quieres conocer a una persona, no te fijes en lo que hace y dice; fíjate en ¿qué ama, qué desea? Lo que uno desea es lo que uno es. ¿A dónde se le va el corazón a mi novio (a)?… ¡allí están sus amores! Para conocerse hay que saber: "A mí lo que me mueve en la vida es esto" Eso simplifica mucho el propio conocimiento.

El matrimonio es la situación existencial que más felicidad puede proporcionar a la mayoría de los seres humanos. Por eso todo el mundo se quiere casar, pues el matrimonio es una estructura creada por el amor total para expresarse y perpetuarse.

Si hay una decisión importante en la vida del ser humano es la de casarse. Sin embargo, si hay algo que no se piensa es precisamente esto. Entregarse al otro no es someterse –a menos de que él sea un tirano-, es amar y compartir penas y alegrías.

Es propio del corazón humano aceptar exigencias, incluso difíciles, en nombre del amor. El novio que ama a su novia, sabe esperar, y no pide una prueba de amor, cuando él no puede ofrecerle un matrimonio con la misma prisa con la que él pide la prueba de amor. Cuando un varón elige a una mujer, la elige de acuerdo con el perfil psicológico y moral que trae dentro: De algún modo refleja su alma. La mujer también tiene su decisión: puede elegir entre resultar encantadora o provocadora, es decir, puede optar por ser una dama o una hembra.

El problema de la sexualidad, cuando es determinado por la mera genitalidad —absolutamente desvinculada de las dimensiones psicológica, social, ética y trascendente que le son propias—, considera al sexo como un objeto de consumo más, en vez de fomentar un comportamiento sexual constructivo de la personalidad.

Los medios masivos de comunicación social difunden la ideología del hombre "light" cuya única referencia es su propio bienestar entendido como un consumismo desenfrenado o como un disfrute irresponsable de un pasatiempo fácil.

Los jóvenes han de saber que la calidad de los sentimientos se mide por la conducta, no por la pasión. Hay que actuar "con" pasión, pero no "por" pasión.

Un poeta contemporáneo dice que el hombre maduro buscaría un "triste amor", un "amor apaciguado", sin peligro, sin venda ni aventura, esperando "en el amor prenda segura", cuando "en amor locura es lo sensato".

Amor y libertad

Hay circunstancias en que nuestra libertad se ve lesionada, pero otras veces es el mismo ser humano el que se engaña a sí mismo cegado por las pasiones, el temperamento o el ambiente. Todos podemos elegir el camino fácil en lugar del arduo.

¿Qué es la libertad? ¿Acaso es independencia?… quizás no, pues el ser humano es extremadamente dependiente. Hay quien dice que "nacimos libres", ¿hay alguien más indigente que un bebé? El niño necesita alimento, ropa, cuidados, calor, aire, agua, sol y sombra, ser transportado, ser amado… Y entre más tiempo vive, más dependiente se hace.

Derecho a decidir

Muchos piensan que la libertad es hacer lo que quieres; esta es una idea superficial. Una persona puede hacer lo que quiera y hacerse, como resultado, menos libre. Decidir libremente no asegura que aquello decidido me haga mejor persona. Uno puede comer desorbitadamente y el resultado es una indigestión, lo que supone una limitación de la libertad.

Un ser humano desarrolla naturalmente sus poderes físicos; pero también posee poderes espirituales que pueden no desarrollarse. Hay quienes nunca desarrollan su fuerza de voluntad; no son señores de sí mismos ni de sus elecciones. No son libres.

El que se mueve por lo que le apetece, por la pasión o en confort en realidad no se mueve, es movido. Algunas decisiones nos desarrollan; otras, nos hacen retroceder. No somos personalidades estáticas sino en evolución. Querámoslo o no, cambiamos para bien o para mal. Lo que básicamente provoca el cambio son nuestras decisiones, cuando decimos Sí pudiendo decir "no", o cuando decimos "no" pudiendo decir que Sí. Somos personas que encuentran disyuntivas, cada decisión supone una disyuntiva, por eso es vital descubrir las consecuencias que las decisiones traen consigo. Porque las elecciones, como los caminos, no son indiferentes; dejan huella.

Elecciones fáciles

¿Cómo llega la persona a la apatía? Hay quien entra por cierto camino porque siempre dijo Sí a las mismas cosas, sin cuestionarse si lo hacían mejor o peor, simplemente "navega". Otras veces, la persona desea salir de la ruta que lleva, pero ve que no es fácil porque los hábitos creados lo tienen atenazado. Si es capaz de romperlos, se hará libre. La persona que ve que fuma demasiado y quiere dejarlo pero no puede, ha perdido la libertad, al menos en este campo: Ya no es capaz de decir que No. Y para ser libre es necesario ser capaz de decir Sí y No. Para ser libre es esencial tener dos opciones al menos. Si no se tiene la disyuntiva, si sólo se puede decir Sí, no se es libre.

Restricciones y libertad

Toma a una persona que vive la templanza en la actividad sexual, que pone límites a lo que ve y lee, que piensa que el sexo es oportuno sólo dentro del matrimonio, que controla sus pensamientos y su imaginación. ¿Es acaso menos libre que el que sigue sus instintos y no conoce barreras en este terreno?

¿Es menos libre una persona porque acepta poner límites? ¿Suponen falta de libertad todas las restricciones? ¿Si? Reflexiona bien… ¡No! las restricciones no implican necesariamente pérdida de libertad. Ciertas restricciones salvaguardan la libertad. Abandonar los límites muchas veces conlleva perder la libertad y llegar a donde no se quiere llegar. Cuando se elige viajar por una supercarretera se sabe que lleva más restricciones que otras, ya que tiene entradas limitadas, tiene protecciones por ambos lados, aparecen señales de lo que hay que hacer y de la velocidad que hay que llevar… Ningún ser cuerdo piensa que elegir la supercarretera con esos señalamientos, restringen su libertad, sino que son una ayuda para su mejor uso.

Aquellos que sostienen que no debe de haber límites en la actividad sexual están en peligro de perder la libertad de amar, y también su libertad total. Al decir Sí al imperioso instinto sexual y al menor dictado del instinto, pierden su capacidad para decir que No. Y el hombre ya no es libre cuando es incapaz de decir No. Es innegable que esta mayor "libertad" de la que se goza en la conducta no parece haber producido una mayor felicidad: hay algo que no encaja y que produce insatisfacción en esta gran libertad (Cormac Burke).

Pensé que estábamos enamorados

Anne Raymond, de Estados Unidos, nos cuenta su historia, que es semejante a tantas otras historias de adolescentes: Conocí a Juan en la secundaria, y al poco tiempo nos hicimos novios. Era la primera relación seria que teníamos los dos, y estábamos locos el uno por el otro. Sabíamos que estábamos hechos el uno para el otro, y deseábamos con toda el alma terminar casados.

Después de la secundaria planeamos ir a la misma universidad, y nos faltaba tiempo para hablar de "nuestras cosas" y de nuestro futuro. Nuestra comunicación era perfecta. Sabíamos en qué clase de casa queríamos vivir y qué coche conduciríamos.

Cuando comenzamos a hacer el amor, calculamos que era aceptable puesto que era seguro que terminaríamos casándonos. Cuando llegamos a la universidad, utilizamos el mismo razonamiento para justificar el hecho de vivir juntos. En lo profundo de nuestro ser, sabíamos que lo que hacíamos era incorrecto.

Según nosotros, nuestra relación estaba basada en Dios pero nunca abríamos la Biblia, y rogábamos solamente cuando había una crisis. Me dije que todo cambiaría cuando estuviéramos casados.

…Entonces apareció Jessica. Conocía a Juan pues había estudiado con él de vez en cuando, pero nunca pensaba en él para algo más en serio. Pasó el tiempo y yo casi no lo podría creer cuando él me confesó que había pasión entre ellos. El me dijo que su amor hacia mí "se había desvanecido" y que por eso no teníamos futuro. Guardé silencio. Ninguna discusión asomó. Todos mis sueños se fueron, rotos, al suelo.

El dijo que pronto me olvidaría de él, y, sobre los seis años pasados juntos se esfumarían como nada. Fue como si me dieran una sacudida eléctrica. Caminé las semanas siguientes en estado de zombi, intentando encontrarle sentido a lo que había sucedido. Pensé que conocía a Juan. Pensé que podría confiarlo en él. Pensé que estábamos enamorados, y no era así.

Mi vida aparecía como el valle más profundo y oscuro que hubiera imaginado. Era extraño, pues también era una etapa de esperanza. Digo eso porque en medio de mi desesperación, Jesús me buscó y yo lo encontré. Hasta entonces, nunca había sabido lo que significaba necesitarlo. Nunca me había sentido así de vacía y quebrantada… Grité a Dios, y Él vino y me tomó en sus brazos.

Siempre estaré agradecido para la paciencia increíble de Dios. Él continúa curándome. Yo todavía llevo la cicatriz de una herida profunda. Oí a alguien comparar el sexo premarital a los pedazos de papel que eran separados y pegados. No puedo pensar en una mejor manera para describir lo que me pasó. Las relaciones sexuales y el amor nos ensamblaron. Cuando la relación terminó, nos desgarraron. En un dolor inimaginable. Rompe mi corazón saber que no puedo deshacer el pasado, pero sé que puedo levantarme y seguir adelante. No todo está perdido, tengo a Dios que me apoya y me ama.

Todavía estoy luchando con la culpabilidadCuento mi historia porque deseo que otros y otras se guarden de incurrir en la misma equivocación. Soy un testimonio vivo de cómo las pesadillas inesperadas pueden volverse realidad. Créanme, por favor: el dolor es verdadero, y nadie es digno de que se le engañe.

Nota:* Todos los nombres, incluyendo el autor, se han cambiado.

Actualmente hay mucha confusión sobre la amistad, el noviazgo y el matrimonio porque los jóvenes no saben antropología filosófica: desconocen quiénes son, adónde van y para qué es el cuerpo. Cada día, en el mundo, unas 5.000 personas se quitan la vida (Congreso "Suicido, ¿opción, locura o misterio?"), porque no saben afrontar los problemas y asumir las responsabilidades.

Benedicto XVI l decía al respecto: "Las diferentes formas actuales de disolución del matrimonio, como las uniones libres y el «matrimonio a prueba», hasta el pseudo-matrimonio entre personas del mismo sexo, son expresiones de una libertad anárquica que se presenta erróneamente como auténtica liberación del hombre. Una pseudo-libertad así se basa en una banalización del cuerpo, que inevitablemente incluye la banalización del hombre. Su presupuesto es que el hombre puede hacer de sí lo que quiere: su cuerpo se convierte de este modo en algo secundario, manipulable desde el punto de vista humano, que se puede utilizar como se quiere. El libertinaje, que se presenta como descubrimiento del cuerpo y de su valor, es en realidad un dualismo que hace despreciable el cuerpo, dejándolo por así decir fuera del auténtico ser y dignidad de la persona (…).

Y continúa: "La gracia de Cristo no se superpone desde fuera a la naturaleza del hombre, no la violenta, sino que la libera y la restaura, al elevarla más allá de sus propias fronteras. Y así como la encarnación del Hijo de Dios revela su verdadero significado en la cruz, así también el amor humano auténtico es entrega de sí mismo, no puede existir si evita la cruz.". (…) "Ahora bien, ningún hombre y ninguna mujer, por sí solos y sólo con sus propias fuerzas, pueden dar adecuadamente a los hijos el amor y el sentido de la vida. Para poder decir a alguien: «tu vida es buena, aunque no conozca tu futuro», se necesitan una autoridad y una credibilidad superiores, que el individuo no puede darse por sí solo.

El cristiano reconoce la acción de ese amor eterno e indestructible de Dios, que asegura a la vida de cada uno de nosotros un sentido permanente, aunque no conozcamos el futuro. Por este motivo, la edificación de cada una de las familias cristianas se enmarca en el contexto de la gran familia de la Iglesia, que la apoya y la acompaña, y garantiza que hay un sentido y que en su futuro se dará el «sí» del Creador. Y recíprocamente la Iglesia es edificada por las familias, «pequeñas Iglesias domésticas», como las ha llamado el Concilio Vaticano II". (Martes 7 de junio de 2005).

¿Estás lista para amar?

Pienso que aprendemos a idealizar el amor desde niñas, por los cuentos y novelas rosa, y por la misma mentalidad ingenua. Luego pasa el tiempo, y tal pareciera que el amor va por un lado y los candidatos por el otro y cuando por fin encuentran uno que sí vale la pena, ellas huyen despavoridas antes de comprometerse y al fin ser felices porque "¡Qué tal si funciona y qué miedo!".

En este vaivén del "si pero no" conozco a varias mujeres de todas las edades, estancadas y anhelando encontrar el amor. Una parte de ellas desea con locura tener un amor y vivirlo a plenitud, pero otra consciente de sus fracasos o del dolor del pasado no las deja avanzar y a la menor señal de peligro, defecto del otro o compromiso, rompen la relación sin más.

Lo que la mayoría de las mujeres anhelan se plasma en esta frase: "Quiero un hombre bueno, trabajador, honesto y de preferencia guapo".

La fobia al compromiso además crea relaciones disfuncionales y deja a las personas devastadas anímicamente. No es que las personas que la padecen sean malas o que conscientemente traten de hacer daño. La persona que le tiene fobia al compromiso tiene los mismos síntomas de claustrofobia y pánico cuando se siente atrapada en una relación o la presionan al compromiso, que quien se queda atascado en un elevador y su reacción es totalmente irracional y fuera de toda proporción.

El psicólogo norteamericano Dan Kiley denominó como Síndrome de Peter Pan al conjunto de rasgos que tiene aquella persona que no sabe o no puede renunciar a ser hijo para empezar a ser padre. Pese a ser un problema que se produce en ambos sexos y a todas las edades.

Durante el tiempo que se está bajo este síndrome, se vive con vistas a muy corto plazo, la persona se siente insatisfecha con lo que le rodea pero sin hacer nada para solucionarlo. Su búsqueda de satisfacción en cada momento, le hace recurrir al alcohol y las drogas como forma instantánea de obtenerla. Buscan siempre la culpabilidad de todo lo que sucede a su alrededor en los demás, sin que nunca se sienta realmente parte del problema, y ni siquiera de la solución.

Ana Luisa Gastón escribe: "La relación de este síndrome con la novela es que en el país imaginario Nunca Jamás el lema de los niños que viven allí es "no querer crecer nunca". O sea, permanecer siempre niño, aun siendo adultos". Por ejemplo, hay personas que se sienten bien cuando los demás les aprueban y se sienten mal cuando les reprueban . En estos casos uno deja en manos de las demás conciencias su propio bienestar. Una de las razones posibles por lo que esto acontece es por la falta de conocimiento propio.

El objetivo principal de los alumnos de Preparatoria debería de ser el propio conocimiento, y de allí partir para el conocimiento de los demás, sobre todo de la pareja futura o presente. Si alguien sólo es respetuoso, considerado y servicial con determinadas personas y con otras no, definitivamente no es respetuoso, considerado y servicial: solamente "está actuando" (incluso inconscientemente). Hay que observar cómo se comporta esa persona con aquellos de quienes no espera nada, cómo soporta y reacciona ante los roces y tensiones que conlleva toda convivencia. ¿Cómo se comporta con sus padres, hermanos, amigos y enemigos, compañeros, meseros, etc.? Allí está la clave. Pero pasa que los novios sólo se juzgan el uno al otro por la forma como el otro lo trata. Y como la novia ve que él es bueno y considerado piensa que él es así. No le importa cómo es con los demás porque a ella no le afecta, no lo tiene que sufrir, y dice: "conmigo es diferente". Le podríamos contestar "por ahora, pero deja que pase tiempo y deje de desear…". Si con ella es diferente, quiere decir que él no es así, está actuando.

Los jóvenes deben saber que cuanto más vehemente sea la pasión o el deseo, mayor es la incapacidad de pensar objetivamente. Pocos deseos tienen la violencia e intensidad que tiene el deseo físico y sexual. Por eso cuando los novios están profundamente enamorados, están incapacitados para pensar. Se dice que el amor es ciego, de nuevo se está llamando amor al deseo. El amor verdadero, al contrario, es bien lúcido, porque el amor se funda en el conocimiento de la persona y por eso va creciendo con este conocimiento. En cambio el deseo, ni ve ni quiere ver, sólo ve aquello que quiere ver.

En las conversaciones y gestos se conoce a la gente. Muchas veces la mujer piensa que él es un galán y es un patán, y lo logra saber si procura ser observadora, objetiva, fina y equilibrada en sus juicios.

Cinco razones para vivir la pureza

El amor verdadero es capaz de sacrificios, es capaz de esperar. El amor auténtico no busca sólo la propia satisfacción, sino lo que es mejor para el otro. Eso sólo lo consigue la castidad.

1. La pureza (o castidad) fortalece la voluntad y el carácter. La castidad no es sólo la mejor manera para evitar el SIDA, el contagio de enfermedades de transmisión sexual o el embarazo no deseado, sino sobre todo, la forma más eficaz de saber quiénes somos, quién es Dios y qué es el amor verdadero. Para reconocer el bien hay que llevar una vida honesta.

2. La pureza ayuda a amar de verdad a las personas, a no "usarlas" para el placer. Una relación romántica consiste esencialmente en cultivar una amistad, y no hay amistad sin conversación y sin compartir intereses. Parte del respeto a los demás está en evitar las malas palabras. La estatura moral de las personas crece o disminuye según las palabras que pronuncian y los mensajes que eligen oír.

3. Hay mejor relación con los padres de familia de ambos.

Cuando el hombre y la mujer se respetan mutuamente, maduran su cariño y mejoran la amistad con los padres de ambos. Generalmente, los padres de familia prefieren que sus hijos solteros vivan la continencia sexual, y se sienten mal si saben que están sexualmente activos sin ser casados.

4. Te ves más libre para cuestionar si ese noviazgo te conviene. Las relaciones sexuales tienen el poder de unir a dos personas con fuerza, y pueden prolongar una relación poco sana basada en la atracción física o en la necesidad de seguridad. Una persona se puede sentir "atrapada" en una relación de la cual quisiera salir, pero no encuentra la puerta.

5. Hay menos riesgo de abuso físico o verbal. El sexo fuera del matrimonio se asocia a la violencia y a otras formas de abuso. Cuando se vive la abstinencia, hay más posibilidades de triunfar en el matrimonio, y, si decides "romper" esa relación, dolerá menos. Además, te sentirás mejor como persona. Los adolescentes sexualmente activos pierden autoestima y admiten vivir con culpas. Cuando deciden dejar de lado la intimidad física y vivir castamente, se sienten como nuevos y crecen como personas.

Con el sexo no se juega. Cuando alguien te presione, piensa en lo que vas a responder: "Sólo te lo pido una vez, y no insistiré más" / "Eso es justo lo que me preocupa. Prefiero conservarme para alguien que me va a querer toda la vida".

El ligue en las fiestas tiene reglas

Tus padres te dirán que si vas a una fiesta o a un antro no hables con personas desconocidas, sin embargo, no por el solo hecho de ser desconocida tiene malas intenciones, pero hay que poner los medios para no correr peligro.

El periódico Picacho hizo una serie de encuestas entre los jóvenes, que a continuación citamos. La experiencia de algunos jóvenes dice que:

"Cuando hay un ligue eventual es mejor integrarlo al círculo de amigos. Si la relación ha de madurar, lo hará con el trato que después se dé, pero no hay que correr el riesgo de salirse del lugar con ella o con él, pues aún no sabes cómo es."

"Si el ligue no quiere conocer a tus amigos, lo más seguro es que sea una persona en que no se debe confiar".

"En caso de que se pasen los tragos es mejor no ligar, pues es probable convertirse en presa de los vivales."

"Si has tomado más de un par de drinks y te sientes mareado, lo mejor es decírselo a tus amigos y no permitir que el desconocido te ayude".

"Al salir es preferible hacerlo junto con la bolita con la que se llegó, y no te quedes solo o sola con quien acabas de conocer".

"Cuando uno está triste es mejor rechazar el ligue, pues como uno quiere apapachos hay riesgo de aceptarlos de cualquiera".

"Si no te quieres despedir del ligue y tus amigos deciden cambiar de lugar, dile que te acompañe a ir con ellos. Aceptará si le interesas".

"No hay que bajar la guardia en la conversación, pues aunque es de esperar que salga información personal, tampoco hay que ser ingenuos y decirlo todo."

"Algunos jóvenes no quieren negar nada a los ojos y al estómago, pero se niegan a escuchar a quien los quiere bien. Y se dejan arrastrar por los placeres que los degradan".

"No podemos dar rienda suelta a los deseos y gustos personales porque al final de ese camino se encuentra la tristeza y el aislamiento".

"Se sabe que los hombres son más groseros que las mujeres, especialmente cuando están solos, pero las mujeres hoy en día les hacen la competencia. No es lo mismo grosería que insulto. La grosería no tiene la intención de ofender. Hay mujeres que aguantan que el hombre les diga majaderías y las insulte, porque ellas son débiles de carácter y –como temen perderlo- toleran lo que no deberían de tolerar. Son tontas, ciegas, soberbias. Cuando abran los ojos se darán cuenta que ese no era el camino de su felicidad, y podrán reemplazar la rabia y la confusión por la paz y la confianza, si hay ánimo de volver a empezar".

"La pureza no es la única virtud ni la principal pero sí es indispensable para la vida plena. Si alguna vez se cae, hay que levantarse en seguida, para que esa derrota se transforme en victoria y en experiencia para no volver a caer. De otra parte, incluso las personas más pervertidas, si se arrepienten, pueden llegar a ser personas espléndidas a los ojos de Dios y de los demás".

"Actualmente los jóvenes vivimos en la superficie de la vida, así es difícil llegar a conocer a alguien que valga la pena pues no profundizamos en el propio conocimiento ni en el de los demás".

Actividad sexual y trastornos psicológicos

Un reciente estudio realizado por el Family Research Council (FRC) con sede en Washington DC, demostró que la actividad sexual entre adolescentes produce en la mayoría de los casos graves consecuencias emocionales y psicológicas.

El estudio, conducido por la Heritage Foundation, presenta entre sus conclusiones que:

  • las adolescentes que son sexualmente activas tienen tres veces más probabilidades de ser depresivas que las jóvenes que no lo son; y casi tres veces con más probabilidad para intentar el suicidio;

  • en caso de los hombres, los adolescentes sexualmente activos son dos veces más propensos a caer en depresión; pero con casi diez veces más de probabilidades para intentar el suicidio.

  • casi las dos terceras partes de los adolescentes –hombres y mujeres– sexualmente activos declaran que desearían haber esperado más tiempo antes de iniciar su actividad sexual.

Partes: 1, 2, 3, 4
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